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Existe la belleza. ¡Realza la tuya!

¿Existe la belleza o es un mito creado por cada cultura? ¿Tiene que ver con algo subjetivo o es un valor mensurable? ¿Nos ponemos de acuerdo en ensalzar algo bello o es lo bello lo que nos atrapa sin libertad de decisión?

“Breve tiranía” la llamaba Sócrates; Platón “privilegio de la naturaleza”.

¿Qué es bello?

Opinaba Montaigne de la belleza : “Ocupa el primer rango en el trato humano. Se presenta de antemano, seduce y orienta nuestro juicio con gran autoridad y extraordinaria impresión”.
A decir de los clásicos, lo bello es todo aquello que crea ilusión y proporciona encanto, es todo lo que anima mis emociones o lleva al goce espiritual, es lo que motiva o impulsa a crear. O simplemente es aquello que me sirve de regocijo y alegría.

La reacción en su grado máximo y ante obras de arte se denomina Síndrome de Stendhal, haciendo honor a las sensaciones físicas y psíquicas que el novelista del mismo nombre refirió tras su visita a Florencia.

Lo contraponían a fealdad, como aire desagradable a primera vista, que radica sobre todo en el semblante y nos causa disgusto observarla.

Que se lo digan a un amigo mío curtido en múltiples batallas y nada impresionable, que tuvo el privilegio de departir durante muchos minutos con Angelina Jolie. No le era fácil expresar la sensación que le produjo aquella mujer, pero salió convencido de que era de una belleza superlativa.

Habrá alguien que considere que Angelina Jolie no está entre las mujeres más bellas. No seré yo.

Habrá alguien que considere que Angelina Jolie no está entre las mujeres más bellas. No seré yo.

La reciente decisión de someterse a una doble mastectomía para reducir su alta probabilidad de padecer cáncer de mama, sirve como ejemplo de equilibrio entre belleza y salud.

Llegados a este punto, me dejareis colegir que lo bello existe, y quizá no sea tan difícil determinar de que se trata.

¿Lo bello es lo que me gusta, a mí, según mi propio criterio subjetivo?

Existen concursos de belleza, selección del rostro más hermoso, incluso estudios discriminativos donde la mayoría se pone de acuerdo para elegir aquello que desencadena ese tipo de sensaciones de las que ya se hablaba en la Antígua Grecia.

Es algo subjetivo, pero que en la concordancia de criterios está la esencia del misterio.

Parece que las simetrías y el equilibrio en las proporciones tienen que ver con este misterio.
Lógicamente hablamos de lo externo, de lo que se ve tanto de forma estática como dinámica. A esto último algunos le llaman estilo, glamour, empaque o personalidad atractiva.
Los clásicos diferenciaban la belleza exterior, de la belleza del alma. No van juntas pero Cicerón ya las relacionaba de esta forma: “Importa mucho en que cuerpos se alojan las mismas almas, pues muchas cosas del cuerpo agudizan la mente y muchas la embotan”. (Tusculanas, I, 33 , 80)

Incluso hay una misma palabra comprende en griego lo bello y lo bueno. ¿ Determinismo biológico o exaltación cultural?

El análisis de la belleza del alma y su posible relación con el aspecto exterior queda para foros más sesudos.

Belleza y cultura

Los cánones de belleza han ido cambiando con el tiempo y a lo largo de las distintas civilizaciones.
Las formas redondeadas de la Venus Auriñaciense en el Paleolítico Superior y de las Tres Gracias de Rubens resaltaban las características que más reflejaban el buen estado de salud y la capacidad reproductiva de la mujer. Eran valores a destacar.

No hay más que observar (pincha aquí) como los distintos autores han ido reflejando en distintas épocas a estas tres diosas hijas de Zeus , una de ellas símbolo de belleza y juventud, para darnos cuenta de los distintos modos de encarnarse los ideales estéticos femeninos a lo largo del tiempo.

Las mujeres jirafa birmanas son una demostración de como dismorfismos supuestamente estéticos, pueden ocultar mitos (semejanza al cuello del dragón) o miedos (al secuestro por otras tribus), más que patrones a admirar.

Belleza y números

En un intento de hacerla tangible, medible y reproducible, en una palabra, racionalizarla, se comprobó que había un común denominador en estructuras equilibradas .

¿Qué comparten la espiral del ADN, la espiral de conchas marinas o la forma de un girasol?:

El número Phi o proporción áurea: 1,618

El primero en hacer un estudio formal del número áureo fue Euclides (c. 300-265 a. C.), quién lo definió de la siguiente manera:
“Se dice que una recta ha sido cortada en extrema y media razón, cuando la recta entera es al segmento mayor, como el segmento mayor es al segmento menor”.

            A+B/A = A/B

En un intento de reproducir este equilibrio, las proporciones de las estatuas clásicas cumplen con esta regla numérica.
En el cuerpo humano, la distancia entre el ombligo y la planta de los pies, respecto a la altura total del individuo cumple esta relación.
Se han trazado vectores en la cara (hasta 150), algunas respetando esta regla numérica, que consiguen conformar semblantes estilizados.

Si esto es así, ¿estaremos “programados” para reaccionar de forma favorable ante este tipo de armonías?

Belleza y biología

Caderas anchas, cintura estrecha, pechos grandes son características que atraen al varón, lo mismo que a la mujer unos hombros anchos y una envergadura importante, que le confieren al hombre un aspecto de vigor y fortaleza.
Estos patrones premian la capacidad de perpetuación de la especie, sobre otras, y según estudios son intrínsecas a nuestra especie.

Croney, en estudios desde el punto de vista antropométrico, plantea la importancia de las proporciones en el cuerpo humano para el desarrollo psicosocial.

“La investigación ha demostrado repetidamente que hay tremendos beneficios sociales y económicos por ser atractivo”.

“Las personas atractivas son mejor pagadas, son consideradas más inteligentes y recibirán mejor atención en la mayoría de las facetas de su vida. Este favoritismo, aunque pobremente comprendido, parece ser innato e intercultural. Los estudios sugieren que incluso los niños pequeños prefieren rostros atractivos” Ingrid Olson, Universidad de Yale.

«El derecho de mandar corresponde a los hermosos, y, cuando hay alguien cuya belleza se acerca a la que poseen las imágenes de los dioses, que se le debe la misma devoción.» (Aristóteles, Política IV, 1290 b 4-6.)

En Diógenes Laercio, V, 20, Aristóteles, a uno que le pregunta por qué se frecuenta a los bellos más tiempo y más a menudo, replica:

                                  “ Esta pregunta solo puede hacerla un ciego”.

La belleza perfecta

¿Que ocurre cuando en un rostro coinciden una serie de parámetros que estudios científicos han relacionado con un nivel superior de belleza?:

  • Distancia entre orejas, doble que entre pupilas.
  • Distancia entre ojos y boca, un tercio de la distancia entre mentón y comienzo del pelo.
  • El ancho de la nariz, un cuarto del ancho total de la cara. (Farkas, sin embargo tiene un estudio donde ninguna de las mujeres atractivas cumplían este requisito).
  • Distancia entre cantos externos de ambos ojos, 1,618 veces (ya está aquí el número Phi) la distancia entre canto interno y externo de un solo ojo.

Oreja

Su longitud la misma que la distancia entre borde externo del ojo y el mamelón cartilaginoso del centro de la misma (trago).

Labio

  • El inferior algo más grande que el superior, una quinta parte mayor.
  • El centro del labio, cinco veces mayor que la zona de comisuras y de igual dimensión que el ancho de la nariz.
  • Su longitud igual que distancia entre pupilas.

Sonrisa

  • Mostrar menos de 1mm de encía al sonreír, por encima de esto es considerada “sonrisa gingival” y no estética.
  • Cada diente que queda a la vista tiene que mostrarse en un 60% menos que el anterior, empezando desde el centro.

El tamaño de los ojos, la proyección de los pómulos y el volumen de los labios deben de estar equilibrados con las otras variables.

Florance Colgate elegida como paradigma de Belleza Perfecta.

Florance Colgate elegida como paradigma de Belleza Perfecta.

El año pasado (2012) una joven británica, Florance Colgate, encarnó el ideal de belleza, seguramente porque en ella coinciden varios de los parámetros que hemos enumerado.

Es difícil que alguien niegue que estamos ante un rostro bello, y que hay muchos que resultando atractivos no cumplen todos los preceptos morfológicos.

Simetría, y proporciones parecen estar en la base de un rostro atractivo. Eso unido al mantenimiento del óvalo facial, siendo la cara un triángulo de base superior, es la clave para una cara armónica.

belleza de una cara donde se perfila un triángulo de base superior.

Belleza de una cara donde se perfila un triángulo de base superior.

Vivimos en una época donde los valores morales se tambalean (respeto, tolerancia, honestidad, lealtad, trabajo, responsabilidad, etc.) y siempre que eso ocurre otro tipo de valores tienden a sustituirlos (prestigio, autoridad, éxito, riqueza, inteligencia…).

Agilidad, fuerza y belleza son desideratum a los que no hay porque renunciar, pero que nunca pueden sustituir a los anteriores y siempre deben de ser controlados por ellos.

“ Hay bellezas no sólo orgullosas sino acerbas; otras son dulces,y ,más allá aún, insípidas”.

Las apariencias engañan y la belleza no puede ser elevada valor moral : “Porque, en un semblante no muy bien compuesto, puede residir cierto aire de honradez y de confianza; igual que, al contrario, a veces he leído, entre dos bellos ojos, amenazas de una naturaleza maligna y peligrosa”. (M. de Montaigne, Los ensayos, XXII, 1581).

Sentada esta base de moralina, coincidiremos en que la belleza, el culto a la estética no puede presidir nuestra existencia, pero ¿hay que renunciar a su mejora y promoción?.

Lo bello en el ser humano es un valor que se aprecia siempre por selección y no por elección de ahí que existan muchas bellezas y cada uno tenga la suya.

                                                       ¡Siente la tuya y los demás la verán!

Eduardo Lauzurica. Dermatólogo

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