
Pendientes como causa de eczema por níquel. Foto: starsandspirals
¿No toleras la bisutería? ¿Eres de las que no te puedes poner pendientes sin sufrir irritación en el lóbulo de la oreja?.
Si es así, debes de saber que con mucha probabilidad tienes un eczema al níquel, por haberte sensibilizado a este metal. Y el dirigirme a vosotras porque el problema es más frecuente en mujeres.
El níquel (Ni) es un elemento químico, perteneciente al grupo de los metales, y es sólido en estado natural. Tiene un color blanco plateado y conduce bien el calor y la electricidad.
Como es maleable y resistente a la corrosión, se suele combinar con hierro, en aleaciones donde el níquel queda recubriendo la superficie.
Después del hierro, es el metal más abundante del núcleo del planeta Tierra y aparece también en la composición de los meteoritos que impactan contra ella.
Es muy abundante en algunas supernovas, esas estrellas que explotan, y su isótopo 60 por su vinculación con el de hierro 60 (de un periodo de semidesintegración de 1,5 millones de años) se usa para estudiar el origen del sistema solar.
Aparece mezclado con cobre en utensilios que ya usaban civilizaciones desde el siglo IV a. C. La niquelina, mineral rico en este metal, se usó para colorear el vídrio.
A lo largo del siglo XX, fue sustituyendo a la plata en las monedas, donde va acompañando al cobre para disminuir el coste de fabricación.
Me ha llamado la atención que Nueva Caledonia, en el Pacífico, sea uno de los lugares de extracción del mineral, además de Canadá, Cuba, Colombia y Rusia.
Tiene una función importante biológica en microorganismos, pues es la parte activa de más del 85 % de las enzimas llamadas hidrogenasas.
Usos:
- Imanes
- Motores marinos e industria química
- Apantallado de campos magnéticos
- Acuñado de monedas: cuproniquel
Joyería:
- “Oro blanco”: Con un 30% en la composición es capaz de dar un tono blanco y suave a otros metales.
- Anillos, pendientes, piercings, joyería de acero inoxidable y relojes: es posible encontrarlo hasta en un 13% de la composición.
Después de este recorrido para familiarizarnos con este «galáctico» metal, hablemos de esos problemas médicos que nos causa el que para algunos será más bien «vil metal».
Eczema alérgico de contacto al níquel
Lo que ocurre en un número no despreciable de personas es que un buen día, tras llevar en contacto con el níquel y no importa cuanto tiempo, nuestro organismo crea una respuesta inmunitaria contra él. A esto se le llama sensibilización y son los linfocitos T los encargados de recordarlo, cada vez que desde ese momento vuelva a tocar el níquel con nuestra piel.
La reacción en la zona de contacto con el metal ya convertido en alergeno, es un eczema, con sus características de picor, exudación y costra.
El tiempo que transcurre desde la nueva presencia hasta el desarrollo del nuevo brote eczematoso es de 48-72 horas. Es lo que tardan los presentadores del antígeno, en este caso nuestro metal protagonista, en reactivar a los linfocitos de memoria. Y así cada vez y durante muchos años.
Es durante el verano o en situaciones de calor y sudor, cuando el eczema se hace más evidente, pues es el momento en que más trazas de níquel se sueltan de las aleaciones metálicas de nuestros relojes, pendientes…

Eczema al níquel por contacto de hebilla metálica del pantalón
Esto se puede reproducir de forma experimental y con fines diagnósticos, colocando un parche en la espalda con el metal en cuestión como cualquier otra sustancia susceptible de causar eczema de contacto. La lectura a los 2 – 4 días del grado de irritación nos permite valorar la posibilidad de una sensibilización. A esto se llama test epicutáneos, pues no se pincha, o pruebas de contacto.
Lo que dicen estudios en nuestra población es que el níquel con más del 20 % de positividades en test epicutáneos es de lejos el antígeno al que más sensibilizados estamos. Siguen de lejos, con aproximadamente un 5%, otros dos metales: cromo y cobalto.
Si se analizan los resultados según sexo, las mujeres llegan a un 35% en el caso del níquel, por el uso más extendido de bisutería, y los hombres están sensibilizados al cromo hasta en el 8 %, debido a su presencia en el cemento no tratado.
Ante la prevalencia de este problema sanitario, en julio de 2011 una directiva europea estableció que el contacto de este metal con la piel no debería superar los 0.5 µg nickel/cm2/semana. Aunque las tasas de sensibilización al níquel han mejorado, siguen siendo muy altas.
Níquel y dieta
Parece que hay consenso en que una ingesta aumentada de níquel pueda estar detrás de reactivaciones o empeoramientos de un eczema de contacto por este metal, en pacientes con pruebas epicutáneas positivas (sensibilizados). A este hecho se le ha dado en llamar dermatitis de contacto sistémico.
Ahora bien, hay estudios que relacionan este mismo hecho en cuadros dermatológicos “alérgicos”, sin evidencia de mediación de IgE (la inmunoglobulina asociada a procesos alérgicos) y con test positivo al níquel, como son:
- Eczema atópico
- Urticaria crónica
- Eczema dishidrótico
- Erupciones toxicodermia-like
- Erupciones flexurales
- Prurito crónico
Este artículo quiere arrojar luz sobre el tema. Es un campo a explorar en casos concretos.
Se considera que se ingieren al día entre 0,2-0,6 mg. Una dieta baja en níquel pudiese ayudar tanto a eczemas de contacto como a los casos comentados arriba, si conseguimos eliminar la fuente principal, que son los siguientes alimentos: cacahuetes, legumbres, soja, avena, cacao y chocolate, frutos secos, cereales, trigo integral y harinas integrales. (Link)
Una dieta baja en Vit C y/o hierro aumenta también la absorción intestinal de níquel.
Hay descritas reacciones a las prótesis de acero inoxidable, donde el níquel es un componente fundamental en estas aleaciones. Los criterios para sospechar esta circunstancia los tienes en este artículo.
Eduardo Lauzurica. Dermatólogo