
Aspecto de flor y hoja de Sanguinaria canadensis (Bloodroot). Foto: aecole2010
“Lo natural” vende y aunque ya me explayé en advertencias al escribir esta entrada que te aconsejo leas, el día a día sigue trayendo casos a la consulta que me empujan a tocar de nuevo el tema.
No hay nada más natural y que produzca más solaz que una brisa con regusto a sal acariciando tus mejillas; ahora subamos la intensidad, y trasformémoslo en un huracán. Ya lo decía Paracelso “el veneno está en la dosis”.
¿Qué hace que un paciente use una crema con nombre tan disuasorio como «Sanguinaria canadensis», (Bloodroot) para “disgregar” un bulto de la espalda?. ¿Qué parte ancestral y precientífica se nos activa para recurrir a estos remedios? ¿Tenemos añoranzas medievales de sangrías y sanguijuelas?
Continuamente nos llegan mensajes de productos “licuadores” de grasa, diluyentes de toxinas dañinas, aliviadores de orinas ponzoñosas y demás “bálsamos de Fierabrás” que al igual que a nuestro ingenioso hidalgo, seducen a muchos y son probados como primer o último remedio. El acceso a información pseudocientífica con fines mercantilistas y la facilidad de adquisición desde cualquier punto del planeta vía internet, hacen el resto.
El caso es que alguien se autodiagnostica y automedica sin sospechar las consecuencias sobre la salud de una crema que el cree totalmente inocua y que conseguirá su efecto por un mecanismo cuasi mágico.
¡Pues de mágico nada!. Esta planta contiene unos alcaloides que en concentración suficiente ejercen unos efectos sobre la fisiología celular, capaces de paralizar el metabolismo y producir su muerte. Directamente a estos compuestos se les llama escarificantes, por la capacidad de producir necrosis de los tejidos, desprendiendo escaras y dejando úlceras.
Para ver como actúa una pequeña capa de Black Salve, que así se le llama a alguno de estos preparados, te dejo el enlace que nos regala Gamma Man en Flickr y que muestra en una secuencia completísima de fotos, la capacidad necrotizante, sobre lo que parece un dermatofibroma. (LINK)

Aspecto rojizo de la savia de la raíz de Bloodroot. Foto: loonyhiker
«Sanguinaria canadensis» es una planta floral originaria del noreste americano y cuya raíz segrega al corte un jugo rojizo con propiedades tóxicas. Sus alcaloides de benzilisoquinolina tienen la capacidad de producir muerte celular al bloquear la ATPasa de las proteínas de membrana.
Los nativos americanos lo usaban por vía oral como vomitivo y hay tratados del siglo XVIII que advierten de la muerte de varias personas por ingerir bloodroot confundida con bebidas espirituosas.
A nivel tópico su efecto escarificante ha llevado a algunos a usarlo como tratamiento primario de tumores malignos. La FDA advierte del peligro de usarla con este fin al incluirla en una larga lista de “falsos tratamientos contra el cáncer”.
Un artículo del JAMA Dermatology presenta varios casos para advertir de lo inadecuado y riesgoso del uso de escarificantes en el tratamiento de tumores de piel. (LINK)
Su inclusión a bajas dosis en colutorios y pastas dentífricas, no solo no aporta ventajas antisépticas, sino que le responsabiliza de la aparición de leucoplasias, lesiones precursoras de cáncer oral.

Crema Black salve (Bálsamo negro) de venta en internet
Podréis encontrar por Internet cremas con el nombre de “Black salve” (Bálsamo negro) que son indicadas para hacer desaparecer pigmentos e imperfecciones varias y que llevan bloodroot en su composición, además de clorhidrato de zinc, otro agente agresivo.
Una de estas cremas con fines cosméticos incluye el término «milagro» en el envase (el que avisa no es traidor) y recibe el sugestivo y contundente nombre de “Bloodroot Cream Maximum Strength”. (link)
Esta página es un aviso para navegantes. Repasa de forma exhaustiva el tema donde podréis profundizar, y valga el juego de palabras, como lo hacen las lesiones tenebrantes de algunos desafortunados que al aplicar esta «savia caustica» han visto como sus caras quedaban desfiguradas.
Como todo hay que decirlo, un estudio habla de la eficacia en inhibir el factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF), tan importante en la progresión de tumores sólidos como el cáncer de pulmón, que quién sabe, podrían llevar en un futuro a un uso más científico y racional de estos compuestos. (LINK)
De momento, este remedio “de caballo” vamos a dejarlo para el ámbito que le pertenece, pues no en vano hay algún estudio de veterinaria que encuentra buenos resultados en el tratamiento de sarcoides equinos.
Dr. Eduardo Lauzurica. Dermatólogo