Archivo diario: 9 enero, 2014

Eczema dishidrótico… y parece que no es del sudor

– Tiene usted un eczema dishidrótico.

– ¿Un eczema dishi…qué?

– Déjelo en eczema,… que lo primero parece más evidente que lo segundo.

Nos encontramos con un término sancionado por el uso; para qué cambiarlo si nos entendemos, aunque lleve a confusión.

El prefijo “dis” significa “alteración”, “anomalía” o “dificultad” que si lo unimos al sufijo “hidrosis”, resulta que estamos hablando de una alteración en el sudor.
Los dermatólogos también decimos que un paciente sufre de anhidrosis e hiperhidrosis, para referirnos a la ausencia o exceso del mismo, respectívamente.

Sobre el eczema como manera de manifestarse la piel, en otra entrada del blog intentamos dejar reflejado, que con sus distintas variantes, hay un patrón común de comportamiento.

Respecto a la ausencia de implicación de la glándula sudorípara en este proceso, ya se publicó en 1986 en la prestigiosa revista Am. J. Dermatopathology que, incluso con el microscópio electrónico, no se observaba afectación de la parte de glándula por donde sale el sudor al exterior (acrosiringio). El artículo hace una llamada de atención, por tanto, sobre lo erróneo de la terminología.

Placa de vesículas de eczema dishidrótico

Lesiones vesiculosas típicas, en palma de mano. Foto: Canadian Veggie

Estamos entonces ante un eczema, con una serie de peculiaridades por afectar a manos (80%) y/o pies (20%), localizaciones anatómicas que tienen el grosor epidérmico mayor de toda la superficie cutánea.
Las vesículas aparecen típicamente en los laterales de los dedos, son tensas y muy pruriginosas.

La tendencia médica a buscar analogías hortofrutícolas y culinarias ha llevado a compararlas con el Sagú.
Se trata de una fécula espesante, con capacidad de formar pequeños grumos y que se usa en la  elaboración de distintos platos . He de reconocer que desconocía este producto que, a la vista de las fotos, parece bien elegido como analogía. Sobresale de los platos como auténticas vesículas dishidróticas y, valga la coincidencia, tiene pinta de estar para chuparse los dedos.

Eczema dishidrótico y Sagú

Aspecto del Sagú en una salsa, recuerda las vesículas de eczema dishidrótico. Foto: Marcelo Träsel

El eczema dishidrótico recibe también el peculiar nombre de pónfolix del griego «pompholyx» que significa burbuja o ampolla.

En los casos graves se puede afectar toda la mano y la planta del pie.

Es en estos casos cuando puede plantear problemas diagnósticos con otros eczemas, irritativos (por exceso de uso) o alérgicos (por sensibilización a una sustancia concreta o alergéno). En el caso típico de eczema dishidrótico, no se da ninguno de los dos casos.

Hay una variante de psoriasis, en forma de pústulas en palmas y plantas (pustulosis palmo plantar), con la que hay que diferenciarla también. Aunque puede haber aspectos histológicos comunes, en este estudio encuentran claves que pueden servir a un pátólogo avezado para diferenciar entre ámbos procesos.

Hay casos de pénfigo vulgar, una enfermedad ampollosa grave, que al aparecer en manos podría confundirse con el eczema que estamos comentando.

¿Porqué aparece?

Clásicamente se le ha incluido dentro de los eczemas endógenos, aquellos que no tienen un agente externo o sustancia desencadenante. Alteraciones inmunológicas , no del todo bien conocidas, estarían implicadas en este tipo de eczema, que también se ha visto que acompaña con frecuencia a los pacientes con dermatitis atópica.

El desencadenante emocional, parece estar detrás de no pocos casos.

Se han descrito brotes tras perfusión de inmunoglobulina.

¿Como se maneja?

En los casos leves el uso de corticoides tópicos de mediana o alta potencia, con descanso entre brotes, suele ser suficiente.

Una hidratación adecuada y la protección ante agentes irritantes ayudan a acelerar la mejoría.

En casos recalcitrantes se puede acompañar de inhibidores de la calcineurina como ahorradores de corticoide.
Si la situación es más compleja, con afectación de gran extensión de manos y pies puede ser necesaria la toma de corticoides sistémicos, inmunosupresores así como la fototerápia.

Muchos casos que se cronifican, presentan una sensibilización acompañante, pudiéndose dar cuadros mixtos.

Para situaciones de escasa respuesta a los fármacos anteriores, el retinoide alitretinoina puede ser la solución.
Fue autorizado en 2008 por la Agencia Europea del Medicamento para el eczema crónico de manos (más de 6 meses de duración sin evidencias de agentes externos como causantes) ante la falta de respuesta a corticoides tópicos de alta potencia.
Parece que la respuesta es mejor en los cuadros con más engrosamiento y fisuras, que en los vesiculosos.

Cualquier factor estresante debe ser valorado y aminorado en la medida de lo posible. Como en cualquier eczema de manos, nos enfrentamos a una enfermedad que afecta a la parte de nuestra anatomía con que realizamos  labores cotidianas; ya esto es causa, por si sola, de tensión y ansiedad.
Se han descrito mejorías con toxina botulínica intradérmica en aquellos pacientes cuyo eczema se ve agravado por un aumento de la sudoración de las manos.

Eduardo Lauzurica. Dermatólogo

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