Archivo diario: 6 marzo, 2014

Hongos en la ingle, tiña inguinal ó “tinea cruris»

Su hija acababa de llamar para pedir una cita. No podía acompañarle y a pesar de su avanzada edad, él acudió solo para buscar solución a aquellos hongos en la ingle que nadie había conseguido curar. Llevaba varios meses de visitas médicas, incluso con dos desplazamientos a los servicios de urgencias, tal era su preocupación. Dice que es en la segunda ocasión, al prescribirle de nuevo una crema que ya se había mostrado ineficaz, cuando decide llamar a mi consulta.

– Buen hombre, cuénteme lo que le pasa.
– Es que tengo hongos en la ingle y no dan con el tratamiento adecuado.
– Ya, pero quiero que me diga que nota usted.
– Pues que me duele…
– Pero ¿le duele… o le pica?
– Me duele doctor, me duele.
– Señáleme donde le duele.

En ese momento se levanta, todavía en el despacho y sin desvestirse, y para mi asombro señala con el índice un punto concreto del pantalón. A eso lo llamamos “dolor a punta de dedo” y parecía estar a años luz de los síntomas que produciría una tiña inguinal.
Al explorar la ingle, ni rastro de patología en la piel. Aquello empezaba a tomar otros derroteros.
Me enguanto la mano y voy en busca del punto doloroso, tan bien definido por mi sufrido paciente y resulta que se encuentra dentro de la bolsa testicular. Es ahí donde se apreciaba una protrusión que procedía de la ingle, ligeramente molesta al palparla y que aumentaba al toser al paciente.

– Lo que usted tiene es una hernia inguinal.
– ¡Ya decía yo que esto no eran hongos! Pero…¿porqué no me han mirado las otras veces?

Su hija fué informada por teléfono del hallazgo, lo que hacía la noticia más inverosímil todavía.

Tiña inguinal. Placa de bordes definidos y centro menos intenso

Tiña inguinal. Placa de bordes definidos y centro menos intenso.

La tiña inguinal, tinea cruris o también llamado “Eczema marginado de Hebra” en honor al dermatólogo austriaco, es un proceso causado por hongos dermatofitos.

Se agrupan en tres géneros: Microsporum, Trichophyton y Epidermophyton.

Las tiñas o dermatofitosis se producen por la colonización de la capa córnea de la piel, pelo o uñas de alguna de las especies de este tipo de hongos. Estas estructuras con queratina suelen estar parasitadas por ellos y aunque todos pueden invadir la piel, solo algunos lo hacen en el pelo o las uñas.
Esta especificidad parece debida al tipo de queratina por la que tienen afinidad y que es distinta en cada una de estas localizaciones.

Las especies más frecuentemente encontradas en la tiña inguinal son E. floccosum y T. rubrum.

Factores favorecedores de la infección:

  • Humedad y maceración.
  • Oclusión
  • Aumento de temperatura
  • Heridas
  • Respuesta inmunitaria defectuosa
  • Defensa local baja por escasez de ácidos grasos saturados

Por la disposición anatómica se dan las condiciones favorecedoras comentadas anteriormente y por ello también es más frecuente en varones.

Observación personal: Con la generalización del uso de ropa interior tipo boxer, el contacto de la piel del escroto con el muslo  facilita que se den las circunstancias anteriormente comentadas. Cada vez veo más casos en gente relativamente joven que usa este tipo de vestimenta. Los modelos más ceñidos, con el elástico llegando hasta el fondo de la ingle, permite aislar estas zonas, evita contacto piel con piel y absorbe humedad. 

Hay que valorar el contagio con toallas y el autocontagio desde lesiones en los pies.

Tiña inguinal. Placa con borde activo y lesión satélite

Tiña inguinal. Placa con borde activo y lesión satélite

Se manifiesta con picor local intenso que va aumentando a lo largo de los días, conforme avanzan una o varias placas rojas de forma excéntrica y con un borde de crecimiento activo. En este extremo rojo descamativo pueden aparecer vesículas (de ahí que también se llame “herpes circinado” cuando se da fuera de la ingle) y pústulas.

Se puede extender a escroto, pubis y zona perianal. En ocasiones se observan lesiones satélites más pequeñas y aisladas.

El T. rubrum desarrolla lesiones más duraderas que el E. floccosum.

Diagnóstico diferencial de la tiña inguinal

  • Intértrigo candidiásico: El eritema o rojez suele ser intenso y brillante, con fisura en fondo de pliegue.
  • Eritrasma: Causado por la bacteria Corynebacterium minutissimum. No produce picor ni inflamación.
  • Eczema de contacto
  • Enfermedad de Darier
  • Enfermedad de Hailey-Hailey

Diagnóstico

El aspecto clínico de las lesiones puede ser suficiente para la sospecha.

Microscopio óptico

De forma directa y tomando muestras por raspado del borde de las lesiones, mezclado con hidróxido potásico (KOH) al 10%, y observando las hifas.

Biopsia con tinciones  que ponen de relieve cambios inflamatorios de piel y al propio hongo con la tinción de PAS.

Cultivo

Los dermatofitos crecen bien en medios con nitrógeno orgánico. Las distintas morfologías que adquieren permiten su identificación pasados unos 30 días.

Tratamiento de la tiña inguinal

Pasa por mejorar los factores locales de humedad y maceración. Si es preciso, cambiar modelo de ropa interior.

El uso de cremas con óxido de zinc y cobre, llamadas “pastas al agua”, es de gran ayuda en este sentido, sobre todo en épocas de calor o ante situaciones favorecedoras (piscina, viajes, sudoración…).

Tanto los tratamientos tópicos como orales pueden precisar de 3 a 4 semanas, sobre todo con T. rubrum.

Cremas

  • Imidazoles: (miconazol, clotrimazol, bifonazol, tioconazol, sertaconazol, econazol, flutrimazol, oxiconazol…) inhiben la síntesis de ergosterol de la pared celular del hongo.
  • Ciclopiroxolamina: Impide la síntesis de proteínas de la pared fúngica.
  • Alilaminas: naftifina y terbinafina
  • Amolorfina

Vía oral

  • Griseofulvina: un fármaco clásico de eficacia y seguridad contrastadas y se puede usar en edad pediátrica. La dósis es de 10 mg/Kg/día. Buena tolerancia (cefaleas y alteraciones gastrointestinales) y pocas interacciones con otros fármacos.
  • Itraconazol: 100-200 mg/día Se absorve mejor con las comidas y hay que evitar la toma concomitante de triazolam, midazolam, quinidina y los antilipemiantes lovastatina y simvastatina.
  • Fluconazol
  • Terbinafina: 250 mg/día

Eduardo Lauzurica. Dermatólogo

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